UNO Y… DE MILAGRO

La imagen de Del Bosque, en los minutos finales, paseando por su zona técnica, con sus nervios al borde de un ataque de taquicardia, pidiendo la hora ante Bielorrusia, era la propia imagen de la risa del diablo. Además, en su partido numero cien con la selección, con los mejores jugadores de toda la historia.

No me extraña que la selección haya perdido interés y que incluso caigan  los anuncios, a base de que su imagen se haya desmayado. Las formas  Del Bosque, el estilo no puede ser más manido, más conocido por cualquier rival, que se coloca con dos líneas de cuatro, le corta los espacios y como el ritmo de balón de la selección es lento, pues no sirve para nada que tenga la posesión del balón. Y en Minsk hubo mucha suerte porque en el único fallo del meta bielorruso, en que se comió un centro, Silva, el jugador de más calidad que le queda a Del Bosque, arregló la situación al borde del descanso. Uno y… de milagro.

El segundo periodo fue para rezar el rosario con Grande y Del Bosque. Un equipo de un nivel ténico tan mínino, con unos jugadores incapaces de meterle un gol ni a unos postre de rugby, zarandearon y tuvieron asustados a los jugadores de la seleccción. Un mal remate de izquierda fallido de Kornilenko hicieron bramar a los casillistas: ‘¡Paredón!’. No fue una parada, el delantero pifió y el despeje fue de risa, porque si alguien hubiera seguido la jugada, hubiera machacado a nuestro ‘ángel exterminador’. Pero Casillas, al igual que Del Bosque, son los epicentros de la frustración nacional con una selección que asombraba y ahora pide la hora hasta con Bielorrusia.

Del Bosque tenía miedo al estado estado físico de algunos jugadores. Fue en lo que poco no se equivocó. Con tantos partidos, en ligas interminables, jugadores como Morata, Juanfran, Pedro, Cesc, Cazorla e incluso Busquets estuvieron también pidiendo la hora. Ni el recurso del ‘toque-toque’ fue bastante. Falta una vía, un recurso, y eso no lo puede aportar un seleccionador sin imaginación.

Y todo para septiembre, en Oviedo, como en la reconquista, porque será allí donde jugará Eslovaquia, líder intratable del grupo de España. Fíjense. En que momentos estaremos, si nos queda la alta probabilidad de susto, preocupados de que Eslovaquia sea capaz de comerse una buena fabada ovetense.

Los comentarios están cerrados.