VALVERDE QUIERE EL K.O.

Ni con el canallesco arbitraje de Del Cerro Grande. Ni con el jugador numero doce, el Var, con el terrible Munuera. Nada. Fracaso, trágica derrota del Barcelona en Sevilla, que sólo tiene un gran culpable. El tremendo Valverde, que se ha empeñado en en acabar con la Copa en enero.

Con sólo dejar a Messi en Barcelona, el Sevilla tenía un magnífico señuelo para que un deprimido Sevilla soñara con el pequeño milagro. Las catastróficas decisión de ese técnico sin personalidad que es Valverde, hundieron a los azulgrana.

Dejó el éxito el Pizjuán, a cargo de un “junk player”, un “jugador basura” como Prince Boateng, un pésimo Malcolm y un aprendiz de Messi, es Aleñá, que es un fiel reflejo de la mediocridad y el terrible fracaso de la Massia.

Salvo algunos compases del segundo período, el Barcelona fue un guiñapo, un muñeco de trapo zarandeado por un Sevilla tímido en el comienzo, pro que se dio cuenta de que era la oportunidad de resarcirse de una mala racha culpable, en la que no había metido un gol ni un bote.

Era absurdo que Munuera concediera penalti a la mano de se jugador decrépito como Artur Vidal. Ben Tedder no estaba fino, pero Navas se había recuperado por otro error de Semedo de hacer jugar por el lado izquierdo, cuando con la zurda no es capaz ni dar a una moto como Navas.

Fue injusto el cero a cero del primer tiempo. Pero el Barcelona creía que si ni no le había marcado, tras un asalto sevillista más de corazón que de precisión, podría solventar el partido. Hasta que llegó el gol de Ben Yedder que merecía, en un despiste tremendo de Sergi Roberto, que nunca será un lateral, más la indolencia de Piqué, al que observo incómodo, como si le tocaran a él todas las aventuras del desastre táctico de Valverde.

Cuando quiso echar mano, el técnico desastre de otros dos titulares como Luis Suárez y Coutinho, Ya era demasiado tarde para la indolencia del técnico azulgrana. Por cierto, un Coutinho que los críticos le perdonan y que costó ochenta millones de euros más que Bale y que ahora, en su segunda temporada, es tan sólo un anodino suplente, mientras que a Bale se le machaca, cuando el galés ha ganado cuatro Copas de Europa en cinco temporadas y ha sido el jugador más valioso, en los dos últimos títulos madridistas. Pero esa, es otra historia como decía Kipling.

Los anti -barcelonistas no respiren de satisfacción. Todavía queda el Camp Nou, Messi y el Var, el jugador numero doce barcelonista. El Sevilla aun lo tiene muy complicado.