VINI, LA SORPRESA FINAL

REAL MADRID21SEVILLA

El obsesivo Lopetegui siempre sufre una paranoia con el Madrid. Jamás podrá reponerse de como le echaron del club blanco, tras varios batacazos y goleada en Camp Nou. Cada vez que juega con el Madrid plantea el partido más brusco, colérico y absolutamente alocado para poder quitarse de su cabeza el maleficio. Pero es su propia obsesión es la que le hace perder siempre.

Esta vez, se creyó que al menos podría sacar un punto del Bernabeu. Incomprensiblemente, metió a su equipo entre las rejas del área. Por hacer vudú a su situación. Ni por esas.

De repente, el imprevisible Vini que había hecho un partido lamentable, sin poder salir de un regate y tirando como si hubiera dos porterías, hace la jugada el año en el Madrid. Se mete hacia adentro, ayuda que Ocampos se resbala y tímidamente solo dos defensas salen a defenderle. En ese momento, Vini, que tiene dos porterías en la cabeza, acierta con la buena y  mete un sopapo que entra por la escuadra. Y una vez más, la calamidad para Lopetegui, que incluso va a afectar mucho al equipo,

Ancelotti hace trampas. Dice que juega con un 4-3-3 y es mentira, mientras que esté  esa entelequia de jugador como Asensio, que  no sabe donde juega. El  Madrid se deja arrastrar  por  un lateral como Acuña que fue un cuchillo para e alocado Carvajal, más preocupado por su extremo . ¿Quién quiere renovar a Asensio?.

Luego, una jugada por ese lado izquierdo, y por allí aparece Vini inopinadamente y regala un corner, absolutamente salvable. Es cuando marca Rafa Mir, con un Alaba alejado de su marcaje. Hay dos jugadores del Sevilla en fuera de juego.

No han pasado ni dos minutos cuando “caballo loco” Carvajal hace como una incursión en su propia área. Parecía un atacante más,: Provocó el Madrid, que se salvó del segundo por el larguero. Cada vez que pienso en Carvajal, me acuerdo del egocéntrico Zidane y de  como se cargó a Achraf.

Casi treinta minutos, con un Sevilla como un poseso extinguió en la primera parte  a un Madrid, esta vez con un limitado Modric y una tartana de Casemiro. La defensa se sujetaba por el honor de Militao  y por si fuera poco realizó un cañón de  disparó a puerta sevillista. Bono cometió  un error  y cantó a lo U2 y Benzema aprovechó la ocasión.

La segunda parte tuvo vida y vaivenes hasta que al místico Lopetegui le entraron los complejos y se precipitó al sacrificio y su propia maldición. No contaba -ni nosotros tampoco-  con el imprevisible Vini, que marcó al final la diferencia de un partido, que como se dice  en boxeo, muy trabado, con demasiado cliches. Pero Vini, en inconsciencia pura, se pasa todo por forma de ser, como un “iluminado ”

 

5
1

Los comentarios están cerrados.