¡VIVA PARIS!

PSG12REAL MADRID

Para todos los que absorben su diatribas en mi objeción por Zidane, reclamo mi objetividad y escribo que el técnico blanco resolvió la depresión de este Real Madrid con un sistema táctico objetivo, realista y perfecto para noquear al equipo más rico del mundo.

“Viva Las Vegas”, como cantaban ZZTop. Es decir, “Viva París”, como la comuna de París, como el movimiento insurreccional de de París. No se olviden que Zidane es francés. Pero también Benzema (?). Habría que imaginar que hubiera hecho Bale, en lugar del desesperente ariete marsellés. No soy sospechoso, porque siempre defendí y escribí sobre los “ángeles” de Lucas y Asensio por los costados. Siempre. Otro mundo es el fantasmagórico entre la relación de ZZ y Karim, que significa “generoso” en árabe. ¿Para el enemigo?.

¿Cuantos millones necesitará Emery para presentarse tan sólo en los cuartos de final de la Champion?. La respuesta no está escrita ni en el viento, siquiera. Escribí que el partido de ida había sido la tumba de Unai Emery. Se acabó, pobre técnico que su enorme pecado es desconfiar de todos sus jugadores. Desde Rabio a Cavani, a Di Maria incluso de Neymar, que no estaba y que ganó como Lázaro, resucitado en la mente del Saint Germain.

Impresionante Ramos. Magnífico Lucas Vazquez, como un estajonovista, desaparecido Asensio, pero la presión blanca ahogaba al PSG, nervioso, histérico, miedoso, insoportablemente lento, cuando jamás ha sido antes un equipo con esta definición.

Asensio y Lucas lucharon como espartanos para que Ronaldo y Benzema tuvieran algunas ocasiones. Ronaldo les debió hacer genofluxiones a ambos con el primer tanto, el decisivo, el que absolutamente mando al PSG al cementerio del Pierre Lachaise.

Los entrenadores jamás son decisivos, pero siempre son implacables en bloquear o deprimir a jugadores, con sus miedos, sus pesadillas. Emery ha desperdiciado la oportunidad d su vida. Lo siento. Sin embargo, Zidane se ha especializado en partidos decisivos, mientras que desprecia los partidos del día a día.

En cualquier caso, supongo que la euforia, el resultadismo y la soberbia volverá al Real Madrid. Como un castigo soberbio. Ni me parece sugerente ni inteligente ser un aguafiestas, pero el Madrid sólo ha llegado a cuartos de final. Zidane tendrá que ser un titán para llegar hasta  ser  finalista. Pero algo es definitivo. El PSG ha despertado a un monstruo, a una bestia.

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