Algo huele a podrido en el Bernabéu. Desde la zona más noble hasta el despojo del peor jugador de la plantilla. El Madrid, poco a poco, se desintegra con penitencia de lágrimas. Lágrimas de perdedor, de equipo en proceso de descomposición. Desde el presidente, pasando por su valido y llegando a su espectro, a su fantasma actual: el mediocre Zidane.
Cuando escribí sobre el falso mesías que era Zidane, decía que Florentino Pérez se había pegado un tiro en el pie. La creencia en aparecidos, muertos que vuelven a aparecer para enconmedarsele alguna misión, sólo es una dedicatoria a los fantasmas o revenants, como se dice en francés. Es propia de la naturaleza humana y Florentino ha cometido esa gran equivocación. La historia está repleta de apariciones fantasmales en tiempos críticos.
El error de Florentino, o Herodes, de presentar a Benítez como cabeza de Bautista a Salomé, que es la prensa y la afición, le puede costar el cargo. Como he escrito en varias ocasiones y decía el viejo zorro Raimundo Saporta: si echas al entrenador, te quedas sin escudo. Completamente desnudo, en manos del pueblo. No ha tardado mucho en cumplirse la profecía. Florentino está obligado a dimitir o, si prefiere, a convocar elecciones, pero sin trampas, sin handicaps de millones. Un voto, un socio. Sin más. De otra manera, ahora mismo, su situación ya es es insostenible.
En mi artículo «¿Zidane es el mesías?», cuando se cargó a Benítez, escribí: «Florentino ha vuelto a tensar su soga al cuello. Acabar con Benítez es como quedarse como el trapecista al que le quitan la red. Al menor error se cae para siempre como presidente del Madrid». Tampoco había que ser muy profético. Había visto al Castilla de Zidane en muchas ocasiones y el triste ciprés francés me parecía un perfecto inútil como técnico, incluso con grandes jugadores. El efecto Benítez ha sido para el Castilla que no para de ganar sin Zidane todos los partidos. Au revoire Mahdi. Florentino ha vuelto a caer en mano de los jugadores, como ocurrió cuando Ramos y Casillas le impusieron que se cargara a Mourinho. Ahora, los mismos, acabaron con Benítez. Sin Casillas, los golpistas del estado blanco son siempre Ramos y Ronaldo. Como sigan en el Madrid firmarán la defunción del club blanco. Son insoportablemente nefastos para este Real madrid.
Lo que jamás he entendido a los gurús y los piperos de la crítica, en los foros de opinión, es que primero defendían al vago de Ancelotti, luego elevaron a los cielos como el espectro del éxito al fantasma de Zidane. Y todo ello adornado con asegurar que James era un próximo Balón de Oro, que Isco era la quinta maravilla y que Modric era Beckenbauer. Absurdo. Ahora, los mismo echan de menos a Bale, que ya está camino de Manchester precisamente, ante el bulo que se difunde entre los piperos, de que Bale ya no volverá jugar en el Madrid. ¿No les da vergüenza a tanto gurú?
Un Atlético cansado -jugó el miércoles-, un Atlético que llevaba partidos sin meter un gol, un Atlético desanimado bailó como el diablo a todo el genial Real Madrid de Zidane. Sólo con el régimen de equipo honrado, conexionado y disciplinado, que es la impronta del Cholo. Por eso dije que había que esperar a este sábado. Lección de táctica, ideas y movimientos posicionales ante un inútil Zidane, que parece que sólo sabe dar palmas y repartir abrazos. No he visto un técnico tan mediocre que sea incapaz si siquiera de un movimiento táctico inteligente. Y todavía dicen que Zidane no es el culpable. La culpa será del pobre Chendo. Quizá de Benítez que le ha echado mal de ojo al Real Madrid. Sinceramente, Florentino Pérez ya está camino del infierno.
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